miércoles, 29 de febrero de 2012

Del buen uso al abuso. Ayudas sociales.

Combatir la pobreza, obligación del sistema.
Creo en la solidaridad. Las ayudas sociales son un pilar de igualdad de mínimos en una sociedad democrática. El problema comienza cuando los antiguamente llamados pícaros se aprovechan de las circunstancias traspasando el limite al fraude. Esa es la diferencia entre el buen uso y el abuso.


Hace unas semanas en Bilbao cuatro individuos pegaron una paliza a dos policías municipales por motivos de circulación. Los cuatro individuos cobraban prestaciones sociales, entre 600-900 Euros mensuales.Fuente: el correo digital. http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20120202/vizcaya/cuatro-agresores-policias-locales-20120202.html
Todos ellos, los agresores, familiares de diferente grado.
Lanbide realiza una investigación y descubre que otros cinco familiares cobran otro tipo de ayudas similares. Entre los nueve poseen una docena de vehículos. Con ello, no creo que la familia deba quedar desasistida, pero parece en toda regla un abuso.

el pícaro por excelencia , el lazarillo de Tormes.
Personas que se aprovechan del sistema para sangrarle todo lo que pueden y mas.

Y aquí es donde considero que las administraciones se equivocan. No solo en el control de las ayudas, sino en el TODO GRATIS.Y me explico.
 Creo que estas personas para no acomodarse deberían realizar trabajos de índole social  para beneficio de la comunidad. Podrían CONTRIBUIR con tareas de ayuda a ancianos en sus viviendas (limpieza, pequeños tramites,compras etc.), jardinería, limpieza bosques para evitar incendios y muchas otras tareas solidarias con un claro beneficio para la ciudadanía en general.

Con seguridad se rebajaría el gasto público y se atenderían necesidades de personas con limitaciones. Todo ello previamente con la formación adecuada. Cursos básicos enfocados a las tareas por desempeñar y un numero semanal de horas por determinar CONTRIBUYENDO para con la sociedad. Los fraudes disminuirían en un alto porcentaje. De ello estoy seguro.

4 comentarios:

Javi dijo...

Muy bien César. Muy bien por que estoy muy de acuerdo con toda esta situación que nos planteas. El problema viene cuando los pícaros se aprobechan del sistema para no dar palo al agua y subsitir con las ayudas sociales, que las pagamos todos.
Contra este hecho, y aunque la sociedad nos haya inculcado que esté mal visto, solo nos queda denunciar. Y sí, denunciar por que el dinero que esta gentuza se lleva por no hacer absolutamente nada sale de las costillas de la gente honrada.
No hace mucho en mi entidad bancaria me comentaban que a varias de las cuentas que manejan clientes en las que se recibe dinero por ayudas sociales llegan cargos como el Canal +, piscinas municipales, gimnasios, internet de banda ancha, etc.
No dejemos que esto siga adelante, es NUESTRO dinero.

fernandocc dijo...

totalmente de acuerdo. La gente que no se amolde a las normas sociales y se dedique a hacer el mal que no reciba pasta

cavia78 dijo...

Creo que en la falta de seguimiento y supervisión de las ayudas es donde falla gravemente el sistema. Se dan ayudas sin tener que hacer nada a cambio, hasta el punto de ni siquiera tener que justificar nada. A ver, que a mí para poder tener un perro catalogado como raza peligrosa tengo que presentar mis antecedentes penales (que es papel de timbre y cuesta dinero) y eso que no deja de ser un perro y yo un ciudadano que pago mis impuestos y cada año combrueban mis antecedentes penales y sin embargo si es una ayuda te la dan y ancha es castilla...así nos vá!!

Anónimo dijo...

Me gustaría comentar un caso cercano que me ha tocado vivir.

Un amigo procedente del otro lado del Atlántico se ha trasladado hace un año a vivir a Bilbao. En su país era un profesional creativo bastante reputado, cuando llego aquí no encontraba ningún trabajo así que trato de conseguir alguna ayuda social que le permitiese sobrevivir.
Se le concedió dicha ayuda, la cobro durante un par de meses, mientras buscaba trabajo.

Cuando lo consiguió, se acerco por su centro de distrito para renunciar a la ayuda. Tras una conversación con el funcionario de turno, este le pregunto que cual seria el sueldo que iba apercibir en el trabajo que había encontrado, cuando mi amigo le comento la cantidad que cobraría, el funcionario le aconsejo que mejor que no aceptara el trabajo ya que cobraría algo más con la ayuda y podría quedarse tranquilamente en su casa sin tener que trabajar.
Ante tal situación, mi amigo, herido en su orgullo, no quiere sentirse una rémora social, trato de denunciar el hecho, de lo cual se le invito a desistir ya que no tendría pruebas que confirmasen su versión.

Asi andan las cosas, muchos que realmente no tienen que llevarse a la boca o están en un riesgo cierto de exclusión, no pueden optar a ayudas porque no son de la etnia o procedencia adecuada para ser considerados aptos para una ayuda, mientras que a otros se les invita amablemente a exprimir lo máximo posible la teta de las ayudas sociales.

Y este es un caso reciente, pero cosas como estas he vivido varias, compañeros de clase que "no tenían" para libros, pero que no tenían problema en comprarse el ultimo modelo de zapatillas de marca, scooter, o que eran llevados al colegio en Mercedes y BMWs últimos modelos por sus padres, los cuales no tenían ni para comer.

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