¿Alguien en este país se cree las explicaciones que dan los
representantes del Partido Popular?
Al margen de que sea verdad o mentira todo lo que pone en
los papeles del Sr. Bárcenas y teniendo
en cuenta que la mayor parte de los delitos han prescrito en su mayoría, no
deja de ser alucinante la actitud del gobierno que personificado en la figura
de Mariano Rajoy se comporta de forma utópica y arrogante.
De verdad piensan
que la gente les va a creer si no creen ni ellos mismos que no hayan cogido de
la caja, que todos los ciudadanos sabemos que hay manzanas podridas en todos
los cestos y en los del partido popular también.
De lo que no estábamos tan
seguros es de qué supuestamente llevasen 20 años financiándose ilegalmente. Llama la atención porque son una porrada de años y de resultar cierto temblarían los cimientos de la democracia de nuestro país. No
voy a entrar en detalles de cantidades ni de datos concretos porque con echar
un vistazo a la prensa podréis ponerlos al día con todo lujo de detalles, me
voy a limitar a dar mi opinión personal sobre el tema.
Como ciudadano no me extrañan este tipo de noticias pues
está en boca de todos en las calles, plazas y bares que las cuentas de España
no cuadran y no cuadran porque durante muchos años a desaparecido cantidades
ingestas de dinero público.
¿Quién no recuerda el famoso caso Roldán? Ese tipejo que robó 435
millones de pesetas de los fondos reservados y cobró 1.800 millones en comisiones ilegales (unos
134 millones de euros), de los cuales apenas se recuperaron 1.646.845 euros. Esto ha venido sucediendo durante los treinta y pocos años de
democracia de este país, un desfalco de narices y apenas se recuperaba una
pequeña parte de la cantidad robada. Claro que esto no parecía tan grave en los
años de bonanza económica porque el estado tenía dinero de sobra y no nos
tocaban la cartera, pero ahora…
Ahora nos dice un tal Mariano Rajoy, que no le temblará la
mano con los casos de corrupción pero que todo lo que se dice de su partido, de
su cúpula directiva, de su ex tesorero es mentira.
Poco menos que es una conspiración contra su persona y contra
los miembros de su gobierno y le estamos ofendiendo pensando que han recibido
sobres.
Y digo yo qué credibilidad puede dar este fantoche tanto
nacional como internacionalmente si es capaz de decir que esta semana estará
publicada su declaración de la renta y su patrimonio en la web de la Moncloa.
Pero se cree que ¿somos tontos del culo? Si es dinero B no lo declaras
Marianito eso se estudia en el bachiller o es que ya no te acuerdas, normal con
tanto sobre, tanto papel y tanto recorte presupuestario ya no sabes ni de qué
coño hablas.
Ahora bien, ¿no os parece gracioso que este personaje que
está al frente del gobierno de España, y que no es capaz de mantener a los
miembros de su partido a raya, nos diga en que debemos gastar y como debemos
gestionar nuestras economías domesticas? Por qué digo yo que si lo has hecho tal
mal como presidente de tu partido como lo estás haciendo de presidente de
España igual no tenias que ser tan brabucón y con un poco más de humildad
analizar qué es lo mejor para España, para toda España (no solo para la de tus
compañeros de armas y mercados) y mirar un poco hacia el futuro, ese largo
plazo que todos los partidos cuando gobiernan no les va más allá de los 4 años
de legislatura.
Señoras y señores, como dijo Miguel Ángel Revilla en la
sexta noche: España tiene arreglo y es un gran país. Añado yo: lo que no tiene
arreglo es este stablishmen político apoltronado, endeudado y sin compromiso de
estado que hace reformas y leyes al servicio de los partidos políticos y no al
servicio del estado que es como debe ser.
Esto no va a cambiar por su voluntad y tampoco mientras
sigamos votándoles y tragando sus mentiras una y otra vez.
No cambiará mientras sigamos pensando que todos son iguales,
mientras sigamos sin adquirir el compromiso de cambiar las cosas porque
nosotros sabemos que queremos para nosotros y para nuestros hijos y eso tiene
que servir de algo.
Nuestra voz se debe oír, día a día porque es nuestro derecho
y nuestra obligación, por nosotros y por las nuevas generaciones.
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