En estos últimos días el tema del aborto ha vuelto a ser de
máxima actualidad debido a la reforma de la ley del aborto propuesta por el
ministro Gallardón y que ha generado división dentro del Partido Popular y
también en la sociedad española.
El problema tal y como yo lo interpreto, no es tanto la
reforma en sí como en las formas y los tiempos. Siguiendo en la línea del
Partido Popular desde que tomó posesión del gobierno en la que dicen una cosa y
hacen la contraria, creo que la pretensión de modificar la ley del aborto
tiende más bien a querer erradicarla.
Error en los tiempos porque con la crisis económica en pleno
auge, con 6,2 millones de desempleados, con la troika apretándonos la soga al
cuello y con los recortes sociales a la orden del día, sinceramente no creo que
sea el mejor momento para poner en el asador la reforma de esta ley que
pretende cuando menos modificar los derechos de las mujeres de nuestro país,
concretamente este por el que tanto han luchado siendo uno de los grupos
sociales más castigados históricamente en nuestro país en concreto y en el
mundo en general. Sabido es por todos que generalmente cobran menos por
realizar el mismo trabajo que un hombre, son víctimas de malos tratos y de
violencia machista, etc…
En las formas y contenidos porque no plantean unos
racionamientos que, al menos para mí, se
quedan escasos y son superficiales. Decir que el feto con menos de 14 semanas
tiene derecho a la vida, éticamente es cierto y estoy de acuerdo al ciento por
ciento, incluso me atrevo a afirmar que la mayoría de la población opina lo
mismo, pero hay que ir más allá y no pasar por alto que también la progenitora
tiene el deber de proporcionarle una vida digna a esa criatura y no seamos
hipócritas, una mujer que no ha acabado unos estudios y no tenga trabajo difícilmente
le va a proporcionar una vida digna, lo tiene difícil hasta la que sí lo tiene.
Además este gobierno que plantea reformar la ley excluyendo la malformación del
feto o el síndrome de down como justificación para abortar es el mismo que ha
recortado las ayudas a las personas dependientes, vamos que te obligo a tener a
tú bebé pero después no cuentes conmigo como el padre que se va a comprar
tabaco y no vuelve. De ello saco la conclusión de que defienden el sí a la vida
pero los problemas te los pagas tú. Es una muestra más de que los extremos no
son buenos, garantizar el derecho a la vida no es lo mismo que garantizar el
derecho a una vida digna, estos ya se están encargando de recortarlos.
Por otro lado, siendo mal pensado me inclina a pensar que la
reforma de la ley del aborto y el matrimonio van ligados. En nuestra sociedad
la mayoría de la población hemos abierto miras y no nos extraña ver una madre
soltera y mucho menos la estimamos como se hacía hasta hace escasos años, lo
comprendemos y lo vemos normal así como la unión entre dos personas del mismo
sexo (personalmente lo considero matrimonio igualmente aunque la definición sea
entre diferente a efectos es lo mismo, en fin) incluso el que adopten hijos e
hijas. Sin embargo una parte de la población, pequeña afortunadamente, se
empeña en decir a los demás como tienen que hacer las cosas y como tienen que
tener sus hijos e hijas.
Desde mi punto de vista o comprendes el aborto como un
derecho de las mujeres a decidir sobre lo que ocurre en su cuerpo y sobre la
responsabilidad de criar un bebé o lo comprendes como un delito y jamás estarás
de acuerdo con él bajo ningún concepto, para mí no existe un término medio. Por
ello no entiendo que el gobierno del Partido Popular pretenda reformar una ley
del aborto que por el mero hecho de existir va en contra de sus principios y
deberían erradicarla, pero me temo que venderán sus ideas por un puñado de votos
….bueno quizás no sean solo un puñado de votos los que les encumbran en el
poder.
Os dejo unos cuantos links de noticias relacionadas con
miembros del Partido Popular con relación al tema del aborto.
Foto: Carolina L. Llano (flickr con
licencia Creative Commons)
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